Para muchos de nosotros, nuestra casa es un santuario que nos proporciona comodidad, estabilidad, armonía y equilibrio. Sirve para múltiples propósitos, desde ser una zona de comedor a un espacio creativo, una oficina, un gimnasio o incluso una sala de cine. Es crucial preservar la serenidad y la organización de nuestro hogar, igual que cuidaríamos de nuestro cuerpo y nuestra mente. A continuación encontrará algunos consejos que le ayudarán a cultivar la felicidad, la amplitud y la tranquilidad, tanto en su entorno como en su interior. Confío en que estas sugerencias te ayuden a cultivar la paz interior.
Estar presente es crucial, y una forma de conseguirlo es concentrarse en una respiración adecuada. Puedes purificar el aire de tu casa quemando salvia, que ayuda a limpiar las energías de tu espacio vital. Además, incorporar plantas de bajo mantenimiento puede ayudar a reciclar y purificar el aire que se respira en el interior.
Beneficios de tener plantas en casa:
Aumentan el estado de ánimo y la productividad.
Mejoran la concentración y la memoria.
Reducen el estrés y la fatiga.
Las plantas de interior que purifican el aire pueden reducir los niveles de oxígeno y aumentar la humedad. Estas plantas ayudan a eliminar el aire estancado y funcionan como humidificador natural, aliviando potencialmente la irritación de ojos, nariz, garganta y pulmones.
Más allá de mejorar la calidad del aire, tener algo de verde en casa hace que la mayoría de la gente se sienta mejor.
Utilice también la madera de Paleo Santo para limpiar las energías de su hogar quemándola. También puedes utilizar aceites esenciales relajantes y rociar el aire o los muebles.
Desarrolla rutinas saludables incorporando una dieta equilibrada, ejercicio, meditación y respiración a tus rituales matutinos y nocturnos. Empieza el día con estas prácticas y dedícales el mismo tiempo antes de acostarte. Empieza las mañanas con afirmaciones positivas y termina las noches concentrándote en tus objetivos y deseos.
Mantén los pies en la tierra y céntrate durante todo el día. Si es posible, pase tiempo al aire libre y conecte con la naturaleza. Si puede caminar descalzo, hágalo con tanta frecuencia como pueda para permanecer conectado a la energía de la tierra y mantener la conexión con el suelo. Pasea por la playa y disfruta de la sensación de la arena bajo cada paso que das.
La humanidad atraviesa actualmente una fase peculiar de su historia, que hace que muchas personas se sientan deprimidas y abrumadas por el miedo y la ansiedad que rodean a la propagación de enfermedades en nuestro planeta. Es crucial que todos mantengamos el contacto con nuestros amigos y familiares, nos mantengamos al día de los acontecimientos actuales, compartamos historias, nos ofrezcamos apoyo, compasión y amabilidad los unos a los otros. Aunque ninguna familia es inmune a los malentendidos o conflictos, la familia sigue siendo un aspecto esencial de nuestras vidas, que comprende a las personas que realmente comprendemos. En momentos de soledad, es beneficioso sustituir los pensamientos negativos por otros positivos y dedicar la mente a una actividad o a una reflexión pacífica.
Realice actividades como leer un libro, pintar, ver un documental educativo, jugar al ajedrez o a las cartas para mantener la mente despierta, o simplemente siéntese en silencio a respirar y meditar. Experimentarás una sensación de rejuvenecimiento y alerta. Recuerda que no pasa nada por no hacer nada si es lo que deseas. Tienes derecho a rechazar planes y dejarte llevar por la corriente.
Una cosa importante que hay que evitar es consultar constantemente las redes sociales y ver las noticias en la televisión. Las noticias diarias pueden ser abrumadoras y causar una ansiedad innecesaria. Mantente informado sobre lo que ocurre en el mundo, pero no te sumerjas en ello todos los días. Pasar horas y horas hojeando canales de televisión y comprobando constantemente tu teléfono en busca de actualizaciones puede volverse adictivo. En lugar de eso, céntrate en cosas que te inspiren y sean significativas para ti.
Para mejorar tu vida y ayudar a los demás, mantén una actitud positiva y cíñete a tus rutinas diarias. Abraza nuestra conexión con la naturaleza y defiende los valores esenciales de la vida. Sé resiliente, comprende que la vida cambia constantemente y aprovecha al máximo cada día.
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